Ahora que descubrí cómo publicar fotos, voy a aprovechar esta herramienta lo mejor que pueda y así poder detallar mejor mi investigación, progreso y acciones


Hoy he decidido dedicar esta entrada de nuevo a mi experiencia en la Fundación, pues no hay suficientes palabras para expresar lo que sentía pero al menos lo intentaré. En la fundación logré conocer a Jose, esta en la foto de abajo en el centro haciéndole orejitas a sus amigos en la foto, niño tan adorable, amable, feliz, cariñoso, inocente y audaz, hace un mes si había visto a José pero en realidad no le habla más como para despedirme de él pero hoy me reconoció y me abrazo, me conmovió tanto que me recordara y yo lo recordaba a él, me dijo que si me podía contar un secreto y yo le dije claro que si puedes confiar en mi para lo que sea, instantáneamente sonrió agarro mi mano y corrió para señalarme el camino, resulta que en la parte de atrás del colegio había un pequeño jardín, no había nadie o nada más que algunas flores y plantas pero resulta que José había traído a más de 15 cucarrones que algún niño o niña quería lastimar y los trajo para cuidarlos y
que nadie los lastimara, le tenía nombre a todos pero resulta que se estaban saliendo y se veía tan preocupado por que “Carlos” el cucarrón mas grande que había visto en mi vida entera se salió del jardín, los demás se estaban empezando a salir así que recogió a otros 4 y me pidió si los podía tener un tiempo mientras que creaba un lugar más grande para ellos y aún con el

pánico y saco que le tengo a esos pequeños animales también me sentía mal de que se murieran o sentía la preocupación de José al ver cómo se escapaban, el caso es que este niño que sufre tanto se puede preocupar tanto por la vida y bienestar de los demás. Esta es la historia de Jose, su padre falleció de cancer hace dos años y su madre tiene esquizofrenia, sin embargo Jose tiene dos hermanitos a los cuales sus tíos acogieron en su casa por la protección de ellos, no pudieron mantener a José por un tiempo así que lo tuvieron que dejar con su mamá donde el sufrió demasiado, y donde su mamá lo lastimó de maneras inmencionables, sin embargo hace ya un par de meses su tíos lo acogieron y cuidaron. La mamá intento ver varias veces a sus hijos pero los lastimaba así que no le permitían ver a los niños sin embargo ella es vendedora ambulante en Soacha y José la ve todos los días de camino a casa y no la puede saludar. Como es posible que a estas pequeñas personas tengan la propia voluntad de sonreír y agradecer cada cosa buena en su vida aún con tan poco, pero personas que lo tienen todo pueden ser tan amargas, ingratas e infelices. Así que la próxima vez que digan que no les gusta algo o que quieren algún objeto y no lo pudieron obtener, quiero que piensen si cada queja es enserio valida, quiero que piensen en José y en Tatta, en sus familias y por todo lo que pasan y penar si es justo y necesario hacerte sentir mal a ti mismo y a los demás por el simple hecho de no conseguir lo que queremos, pero les aseguro que estos niños no desean ni más de la mitad de lo que nosotros poseemos, y se que yo al asistir a esta fundación pienso en cada sonrisa y en cada una de esas personas, por que son la más fuerte esperanza y voluntad que hay en este mundo y eso es lo que me mantiene despierta.
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