Diario de entrada 24

Diario de entrada 24

Por una semana he estado vendiendo gorros y bufandas para la fundación “corazones unidos; encontramos de la indiferencia” en el colegio por las presentaciones de navidad además de haber pasado cada día por los salones de primaria preguntando y recordándoles a los niños si les interesaría comprar los gorros y bufandas, en realidad al vender estas prendas de navidad logre darme cuenta de varias situaciones y personas del colegio, como papas, niños y compañeros, como también entendiendo valores como la solidaridad, inocencia e ignorancia, esas son las razones por las que decido hacer esta entrada, el colegio es una mezcla del bien y el mal y es bastante complicado reconocerlo.

La primera semana que pasamos por los de niños de primaria al vender los gorros, me di cuenta que la actitud de los niños va cambiando a travez de los años y en realidad es muy triste. Para mi ir a primero y Segundo me gustaba mucho, como los niños se alegraban al vernos, les interesaba la idea de tener un gorrino y una bufanda para navidad, les encantaba la idea de ayudar a alguien, aún si no tenían ni idea de que era Soacha, les gustaba escuchar y conocer la historia del producto y eso a mi me dio mucho espíritu navideño. Tercero y cuarto eran otra historia, ellos no mostraron gran interés, ni les interesaba que fuera para ayudar a la fundación, sin embargo un día un niño decidió que si quería comprar un gorro, todos estaban sorprendidos, después de el todos los niños querían comprar un gorro, nos dimos cuenta que los niños tenían de lo que otros fueran a pensar de ellos por querer un gorro. No se tu, pero para mi es horrible pensar que niños tan chiquitos se sientan socialmente presionados.

Creo que los niños no conocían el significado de fundación y colaboración, recuerdo que un niño de cuarto grado me pregunto ¿Por que deberíamos ayudar? ¿Qué tiene de importante je sea para una fundación? Pero la forma en la que pregunto no fue como si no entendiera, lo dijo en un tono de voz y con unos gestos que demostraban que el no veía ningún interés en ayudar y para ser sincera y para ser sincera eso me molesto más de lo que me entristeció, le pedí permiso a la profesora si le podía robar cinco minutos más de su tiempo mientras para poder explicarles algo a este salón, me paré en frente de todos los niños y pregunté, ¿A cuantos de ustedes papá Noel les trae un regalo en navidad? Todos alzaron la mano y en realidad me sorprendió que estaban callados y en realidad con una cara seria, después pregunté ¿ Quien recibe más de 3 regalos en navidad de parte de papá Noel? Solo dos bajaron la mano, procedí y bastante seria les conté como “los niños de esta fundación en su lista de navidad no piden ni juguetes, ni teléfonos para navidad, ellos desean ver a sus papás en noche buena, desean tener una casa sin goteras, desean tener la mesa llena de comida para que toda su familia pueda comer, a ellos no les importa lo material y tuvieron que madurar tan rápido para poder entender la importancia de la vida, lamentablemente no les podemos conceder esos deseos solo les podemos dar regalos materiales y en realidad son tan insignificantes, por qué está navidad papá Noel no podrá ir a sus casas por qué han dejado de creer, pero nosotros podemos ayudarlos esta navidad” todos los niños estaban callados y muy sorprendidos, al comienzo creí que había sido muy fuerte y que quizá me excedí pero al día siguiente todos los niños de ese salón compraron un gorro y la bufanda, estaban felices y enserio querían que ellos tuvieran la misma navidad que ellos tienen cada año, conociendo y entendiendo la importancia de ayudar y conocer la historia del otro.

Además de aprender de los niños chiquitos logre entender que mis compañeros tienen bastante tolerancia y habilidades de mercadeo. El primer día de la presentación de navidad estábamos una amiga, María José (la fundadora de corazones unidos y yo), teníamos más de 400 gorros que vender y para tres personas con cientos de papas podía ser complicado, regrese al salón para comentarle a mi profesor que tenía este compromiso y tenía permiso de otros profesores, pero sucedió algo que no me imaginaba y es lo que llevará a la explicación de la siguiente entrada, dos de mis compañeros me preguntaron si podían ayudar y aún si fuera por qué no querían tener clase o por que enserio querían ayudar me lograron sorprender gratamente.